Este tema es quizás de los que más me obsesionan.
En el buen sentido.
Estoy trabajando en un proyecto con toda la investigación que estoy haciendo y es que es recurrente.
Si corres quieres ir más rápido, durante más tiempo y sin “sufrir” tanto.
Me lo pregunta mucho.
Hoy te traigo 4 estrategias en las que estoy trabajando que pueden ayudarte, alguna te puede parecer contra intuitiva, pero te las explico:
Frecuencia de zancada óptima: Ajustar la frecuencia de zancada hacia una frecuencia óptima puede reducir la frecuencia cardíaca.
Un estudio encontró que los corredores inexpertos pueden reducir su frecuencia cardíaca aumentando su frecuencia de zancada a aproximadamente 83 zancadas por minuto.
Entrenamiento guiado por frecuencia cardíaca:
Utilizar la frecuencia cardíaca como guía para el entrenamiento puede mejorar la precisión y consistencia en la intensidad del ejercicio, lo que puede ayudar a mantener una frecuencia cardíaca más baja durante la carrera.
Un estudio comparó el entrenamiento guiado por frecuencia cardíaca con el entrenamiento basado en la percepción del esfuerzo y encontró que ambos métodos mejoraron el rendimiento, pero el entrenamiento guiado por frecuencia cardíaca mostró menor variabilidad y error en la intensidad del ejercicio.
Es una de las cosas que llevo años compartiendo esto, es más acertado centrar tus entrenamientos en frecuencia cardíaca que en tiempos.
Sobre todo si tu foco es la salud.
Entrenamiento de alta intensidad y bajo volumen (LVHIT):
Este tipo de entrenamiento ha demostrado ser más eficiente para mejorar la variabilidad de la frecuencia cardíaca y la rigidez arterial en comparación con el entrenamiento de moderada intensidad y alto volumen (HVMIT).
El LVHIT puede ser más efectivo para mejorar el control autonómico del corazón, lo que puede ayudar a reducir la frecuencia cardíaca durante el ejercicio.
Ejercicios de respiración lenta:
La práctica de ejercicios de respiración lenta puede reducir la frecuencia cardíaca en reposo y la presión arterial.
Un meta-análisis mostró que estos ejercicios resultaron en una reducción significativa de la frecuencia cardíaca y la presión arterial en pacientes con enfermedades cardiovasculares.
Estos mismos ejercicios son los que más me han ayudado con el asma y los ataques respiratorios cuando era un niño.
Muchas de las actuaciones que hacemos para mejorar un aspecto tienen sinergias con otros órganos de nuestro cuerpo.
PD: Hace poco habilité un chat con el que podemos hablar más directamente.
PD2: Parece que ayer mucha gente no recibió el correo de ayer, puedes leerlo aquí sobre como quemar grasa corriendo