No llevo la cuenta.
De los estudios científicos que reviso cada día, pero son muchos.
En los últimos 3 años si te digo 1000 me quedo muy corto.
No sólo compartirlos contigo, para mí reviso también bastantes.
Quiero descubrir algo.
Quiero encontrar la dosis mínima que de el máximo beneficio.
Pruebo protocolos, me hago anñalisis de sangre. Entreno.
Hago pruebas que tardan meses.
Me levanto y lo primero que quiero hacer es leer, entender, unir las piezas.
Tu eres parte de eso.
Porque lo comparto contigo, son cosas que ni comparto con mi mujer. Pero contigo sí.
Ella me entiende, me da tiempo, sabe que para mí es importante, pero sé que tu quieres resultados. Se lo explico, pero no está en esa liga. Aún.
Los domingos me gusta conciliarme y organizarme. No perder el norte.
Hay gente que a gente como a mi los llama multipotenciales. A mi me da igual. Si hay algo que quiero aprender me obsesiono con ello. Quiero saber, sacar mis conclusiones, experimentar.
Con el dinero.
Idiomas.
Organización.
Aprendizaje.
Entrenamiento.
Y compartirlo. No puedo ni quiero evitarlo.
Pero hay algo que siempre está presente.
Sabes que llevo corriendo años.
No me conformo, no se trata de los resultados, me da igual la marca.
Mi objetivo no es un número, es el camino, es enseñarle a mis hijos, es dejar un legado.
Se trata del camino. Y lo comparto contigo como llevo haciendo cada día. Y hay una cosa que me molesta mucho, como corredor:
El fucking entrenamiento de fuerza.
Sé que es necesario.
Sé que me ayuda.
Sé que es la hostia para la longevidad.
Pero…
Me puede.
Me genera mucha resistencia.
Y quiero hacerlo, pero me tira más salir y disfrutar del aire libre.
Salir por la montaña, correr y disfrutar.
Y sé que si no lo hago, si no entreno fuerza… Me voy a lesionar. Lo sé porque lo he visto en autopsias, en corredores, en millonarios y en gente corriente, una de las cosas que cualquier persona tiene en común es que sin una musculatura fuerte es cuestión de tiempo lesionarse.
Cuando llevas al extremo algo, tienes que pagar el precio.
Sé el precio que pagaré por años de estudio, pero también sé que merece la pena.
Por eso he creando una guía de entrenamiento de fuerza para corredores.
Sin historias, sin 1000 ejercicios y progresiones y pesos y tablas, fácil de hacer y que te ayuda.
Y estoy seguro de que funciona porque no te lo suelto para que te busques la vida.
Lo he probado.
Muchas veces.
Y cuando pensaba que estaba bien he vuelto a empezar.
Para que sea mejor.
No más complicado, eso es fácil.
Cualquier tonto motivado puede vomitarte 100 ejercicios.
No quiero eso para mí y menos para ti.
He probado mucho.
Para hacerlo más simple.
Menos ejercicios.
Más efectivos.
MÁS.
Y resulta que llevo unas semanas queriendo enviarte esto pero me asusta, tengo miedo.
Porque me parece que es tan fácil y simple que creo que no te va a ayudar.
Años de estudio y de entrenamiento. De revisión y aplicación para decirte que si haces muy pocos ejercicios pero bien elegidos dedicas menos tiempo a fuerza mejoras corriendo.
Un buen amigo me digo cuando le expliqué todo: “Deja de darle vueltas. Lánzalo. La gente te dirá lo que le ayuda”.
Así que lo que he desarrollado está pensado para:
Reducir el riesgo de lesiones
Mejorar la técnica de carrera
Aumentar la fuerza muscular funcional
Mejorar el equilibrio y la estabilidad
Potenciar la mejora de velocidad
Tener más conciencia corporal
Si algo de esto resuena contigo, no te lo pienses.
PD: Estoy siendo brutalmente honesto y eso me aterroriza, porque el resultado no depende de mi, depende te ti. Pero tengo la certeza de que estoy dándote lo mejor con el mínimo esfuerzo para que tengas el mejor resultado. Con estos ejercicios de fuerza logré hacer mi entrenamiento para correr la Media Maratón de Granada en 1h34 minutos sin mucho esfuerzo y que en los últimos 8 años no he tenido NINGUNA lesiión.
PD2: Puedes comprar la guía aquí. Irá subiendo de precio los próximos días.
Tiene mucho mérito mantener una búsqueda así durante tanto tiempo. Probar, ajustar, empezar otra vez.... A mí me pasa algo parecido, cuando algo me interesa, necesito entenderlo de verdad. Pero no es fácil quitarse de encima la duda de si será útil para otros.