Hola!
Empiezas las semana con ganas de entrenar… y empieza a llover.
Bueno, pues ya el día siguiente, pero se te ha puesto el niño malo, en el trabajo vas regular, tu jefe se cabrea contigo por algo que ha hecho un cliente y ya vas todo el día con eso en la cabeza, llegan las 7 de la tarde.
Te has dejado cosas pendiente, 38 de fiebre, lo mismo tienes que llevar al niño urgencias…
Mejor otro día.
Miércoles, otro día nublado, cero ganas, no has dormido y hoy no sabes que hacer con tu niño, tu jefe sigue con lo del lunes (a pesar de que ya lo solucionaste) y ya van 2 días sin entrenar.
Te llaman por teléfono.
Tienes una reunión extra, por la tarde.
MIERDA.
Jueves. Hoy SÍ. Ya no hay niños malos, ni reuniones, ni mal tiempo.
Te llama tu amigo, es “juernes” vamos a tomar algo, que vaya semana que llevas…
“Que no, le dices, que tengo entrenamiento”
“Otra vez con eso? venga eso de correr es de cobardes, nos tomamos una cerveza, te lo mereces, con la semana que llevas”
Y al final caes.
Viernes, los viernes te los reservas para la familia, día de pizza y peli. A tu niño le encanta, te abraza y le ves el brillo en los ojos, a esa carita no le puedes decir que no.
Te voy a decir algo:
Siempre va a haber una excusa, un problema, un inconveniente, alguien que quiera tu atención. Siempre.
Antes no me pasaba eso pero ahora.
Yo ya no voy a campeonatos de España.
Ya no entreno 4 horas al día.
Con suerte 4 horas a la semana, pero hago que merezca la pena.
Entrenar no es una obligación más, es algo que tienes que hacer egoístamente, nadie va a hacerlo por ti.
Miguel.
Pd: El viernes se acaba esto