Cuando empecé a entrenar tenía miedo.
De no llegar, de fallar, de equivocarme, de lesionarme.
Y adivina.
Me pasó todo eso.
También tenía ambición y garra y ganas de superación.
Pero eso se veía menos.
El tema está en que cuando empiezas no sabes lo que funciona, tampoco sabes si lo que te cuentan por ahí a ti te va a servir.
Ni te digo la de entrenamientos que he hecho que eran “perfectos” para lograr un 10 k por debajo de 40 minutos y que luego no había manera de hacer.
Bueno, supongo que funcionaban, pero no para mí.
No es que yo sea especial, al revés, es que había una cosa que no estaba teniendo en cuenta.
La cosa cambió cuando empecé a entender cómo funcionaba mi cuerpo y aplique un par de cosas importantes.
Ahí conseguí mi primer 10 k sub 40 y otras cosas más.
Y eso?
Porque era un pardillo. No tenía ni idea de cómo usar mi cuerpo (ahora se un poco más) y me pensaba que todo era una línea recta.
Pero es necesario cumplir con “reglas no escritas” para lograr ciertas cosas en lo que se refiere a entrenar.
El ciclo es tremendamente sencillo, pero muy pocas veces lo aplicamos y aún haciéndolo necesitamos ir comprobando cada cierto tiempo si vamos en la dirección correcta.
Te lo resumo en 5 puntos:
1. Entrenamiento de resistencia (correr): El entrenamiento de resistencia es fundamental para mejorar la economía de carrera y el rendimiento en corredores de larga distancia. Este tipo de entrenamiento induce adaptaciones fisiológicas que mejoran la eficiencia del uso de oxígeno durante la carrera.
2. Entrenamiento de fuerza: La incorporación de entrenamiento de fuerza, especialmente con cargas altas y entrenamiento pliométrico, ha demostrado mejorar la resistencia y el rendimiento en corredores de media y larga distancia. Estos métodos de entrenamiento mejoran las características neuromusculares y la durabilidad de la resistencia durante carreras prolongadas.
3. Entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT): Los planes de entrenamiento basados en HIIT pueden mejorar la potencia muscular y el rendimiento atlético. Este tipo de entrenamiento funciona muy bien para mejorar la capacidad de sprint y la economía de trabajo.
4. Nutrición: La ingesta adecuada de carbohidratos antes y durante la carrera es crucial para mantener los niveles de glucógeno y optimizar el rendimiento, aunque no es estrictamente necesario. Además, suplementos como la cafeína y los nitratos pueden mejorar la eficiencia del uso de oxígeno y el rendimiento en carreras de diferentes distancias.
5. Estrategia de carrera: Adoptar una estrategia de inicio rápido puede mejorar la captación de oxígeno pulmonar y el rendimiento en carreras.
Implementar estas estrategias de manera sistemática y personalizada puede llevar a mejoras significativas en el rendimiento.
Son cosas simples que puedes revisar si cumples en tu entrenamiento, dedica un mes a mejorar cada uno de estos puntos.
Ya me darás las gracias.