Hola!
Este es el segundo correo que forma parte “5 cosas fundamentales a la hora de correr” lo recibes los martes a las 17:00 hora española y en cada uno recibirás 1 clave fundamental para poder mejorar tus entrenamientos.
Una de las peores lesiones que tuve fue una rotura parcial del tendón de Aquiles.
Ocho meses tardé en recuperarme, me dolía al dormir, al andar, al estar sentado. Ocho meses, de sesiones de fisio(salía llorando del dolor) , de ejercicios de fuerza, de rabia por no poder entrenar…
Ahora, visto con perspectiva fue una de las cosas que más me ayudó a mejorar, tuve que aprender cosas que no había tenido en cuenta, cambió mi idea de entrenamiento e hizo que lo que te voy a contar hoy sea la base fundamental en mis entrenamientos y que desde entonces no haya vuelto a tener lesiones.
Una de las cosas que más, más, más buscamos es la búsqueda continua de la mejora.
Ese hack,
el truco del almendruco,
el entrenamiento secreto,
la combinación perfecta…
Ya me entiendes,
Hoy te dejaré un aprendizaje, no se si será un truco, pero si algo que es muy contra intuitivo, y cuando lo aplicas se nota.
Tiene 4 partes, y rompe un poco con los esquemas convencionales pero cuando lo entiendes tiene toda la lógica.
Y no es otra cosa que encontrar la manera en la que tu cuerpo se adapta, buscando su propio ritmo y no forzando las cosas con ritmos, reglas y horarios.
Es como cuando quieres coger una mariposa y siempre se te escapa hasta que te quedas quieto y ella sola se posa cerca de ti.
Cuando fuerzas las cosas te saltas partes importantes “por cumplir con el plan” y al final o te lesionas, te quemas, te estancas o no logras tus objetivos.
Estas son las 4 cosas que puedes aplicar para no caer en esa trampa:
Adaptación individual: Cada persona es diferente, así que tienes que probar diferentes estímulos y entrenamientos que se adapten a ti y a tu situación. Si eres de esas personas que se lesionan con intensidades altas, trabaja a ritmos bajos. Si por el contrario puedes soportar mucha carga a alta intensidad pero te fatigas con mucho volumen de kilómetros redúcelos. Por ejemplo, si asimilas bien más kilómetros no limites ese aspecto tanto, aprovecha tu ventaja.
Darle tiempo a cada fase: Sinceramente, hay veces que cambio completamente el plan de entrenamiento (no sus bases fundamentales, sino la dirección que toma) ya que la idea de entrenar es que el cuerpo se adapte a ciertas demandas, si fuerzas mejorar el ritmo pero tus pulsaciones no están en zona simplemente lo que vas a conseguir es limitarte.
Escucha lo que te dice tu cuerpo: Esto yo lo veo como hablar un idioma, tu cuerpo te habla en uno que no entiendes bien, si no prestas atención te “pega una voz” en forma de lesión, dolor o desgana. Aquí es donde en base a lo que entiendas ajustes tu entrenamiento, si vas asimilando bien tu cuerpo se adaptará y podrás mejorar sin casi notarlo.
Se flexible: No soy mucho de o todo o nada, tengo algunas “reglas básicas” que me ayudan a modificar los entrenamientos como el aumento gradual de volumen de kilómetros (un 10% semanal) pero suelo estar dispuesto a cambiar, prefiero sacrificar una ganancia a corto plazo para mejorar más adelante.
Eso es todo por hoy,
Ahora está en tu mano, revisa tus entrenamientos y mira si puedes aplicar alguno de los 4 puntos que te he comentado, si eres de los que se lesionan fácil o no progresas probablemente mejorarás usando lo que te he contado hoy.
El martes que viene te hablaré de cómo “progresar cuando hace falta”.
Miguel.
PD: Estas bases son las que aplico a este entrenamiento de fuerza que parece que haces tan poco que ni siquiera te das cuenta de que gracias a el vas a ahorrarte horas de entrenamiento y lesiones.
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