Hola!
Este es el tercer correo que forma parte “5 cosas fundamentales a la hora de correr” lo recibes los martes a las 17:00 hora española y en cada uno recibirás 1 clave fundamental para poder mejorar tus entrenamientos.
En el caso que no hayas leído los anteriores aquí te los dejo:
Lo que te traigo hoy me da vergüenza, más que nada porque ha sido algo de lo que he pecado en el pasado.
El ansia por cumplir con los ritmos, los tiempos, el entrenamiento, sumar kilómetros me ha llevado a veces a saltarme los pasos necesarios, los lógicos, los que deberían ir uno detrás de otros si dejase el orgullo a un lado y fuese más objetivo.
Me ha costado lo mío, eso de “confiar en el proceso” en saber que vas por el camino correcto aunque no tengas la total certeza. Es difícil.
A lo que me refiero es que tu cuerpo tiene su ritmo de adaptación, puedes querer lograr un objetivo, pero tu cuerpo tiene otras prioridades y si lo fuerzas mucho te lo va a decir en forma de lesión, cansancio o falta de motivación.
Al igual que cuando queremos bajar de peso o ganar músculo, al correr el estímulo tiene que ser progresivo, que casi ni se note, el punto justo donde se ve forzado a cambiar para adaptarse pero sin quedarse ni muy corto ni pasarse.
Suave, poco a poco. Como si lo que haces no valiese para nada.
En mis entrenamientos siempre busco la adaptación “ en la sombra” hacer entrenamientos con los que te quedas con más ganas, pero sabes que has cumplido.
Te pongo 4 ejemplos:
Aumentar los kilómetros: Me gusta la regla del 10%, aunque muchas veces es difícil de cumplir, la tengo siempre en mente, si corro una semana 35km, la siguiente 37, la otra 40, la otra 42… esto lo hago principalmente para dejar margen a mis articulaciones, tendones y huesos que se adapten ya que requieren más tiempo de adaptación que los músculos o la capacidad cardio respiratoria.
La intensidad justa: Si has visto alguno de los entrenamiento que hago no voy de hacer un día de series 8x200 a 20x200, el cambio es progresivo, incluso en vez de sumar series puedes sumar distancia o reducir tiempo de recuperación dependiendo de tu objetivo.
Progresión específica: No es lo mismo entrenar para 1500 metros, que para unas oposiciones, que un 5k o una media maratón. Es más interesante tener una base aérobica fuerte para después hacer un trabajo más concreto según la distancia.
Entrenamiento de fuerza: La piedra en la zapatilla, lo que más odias, eso que menos te apetece es lo que te va a librar en gran medida de las lesiones. Me rio un poco de lo que ahora llaman “entrenamiento híbrido” que ha sido algo que se ha hecho siempre en atletismo (las sesiones de fuerza que nos metíamos eran poca broma…) Hay que empezar poco a poco para luego hacer un trabajo más de fuerza máxima, el antagonista por excelencia de correr.
Eso es todo por hoy,
recuerda que esto de correr, de entrenar, debe ser gradual. No hay atajos que te permitan entrenar durante años sin pagar un alto precio, si quieres que esto sea parte de tu vida tienes que tener paciencia, entrenar inteligente, minimizar el riesgo de lesión o entrenar de más, si lo haces así el interés compuesto de la salud está a tu favor.
Nos vemos
Miguel.
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